miércoles, 17 de mayo de 2017

LA TECNOLOGÍA EN LA EDUCACIÓN

El término multimedia, como el fenómeno de la tecnología en general, es percibido de múltiples maneras en el ámbito educativo. No es extraño que algunos docentes casi llegan a satanizar este tipo de recursos, más motivados por el desconocimiento y su resistencia a capacitarse en su uso. La incorporación de la multimedia en clase, es vista por los alumnos como un aspecto positivo y favorable al aprendizaje en particular, y al ambiente de aula en general. Nuestros estudiantes, están insertos en un contexto que les ofrece variedad de estímulos audiovisuales. 

En contraposición, el ambiente del aula tradicional, se hace monótono y rígido muchas veces. La incorporación de elementos multimedia aporta un componente de variedad, se convierte en el estímulo que puede activar la motivación inicial, genera expectativas y dispone la atención del estudiante. El ambiente de enseñanza-aprendizaje deja de tener como fuente central al docente y las formas de relación pueden adquirir matices más incluyentes y participativos. Los recursos multimedia pueden favorecer a los estudiantes en la medida en que atiendan a sus características tanto cognitivas, como motivacionales. Pero cobra especial importancia, la intención pedagógica y la situación de aprendizaje que se promueve alrededor del mismo, y cuya responsabilidad recae en el docente, pues es él, desde la mirada integradora que hace del proceso educativo y de sus características particulares, quien determinará las condiciones en las cuales es pertinente la inclusión de un elemento multimedia, previo conocimiento del mismo. 

Lo cierto es que el uso de la tecnología es cada vez más necesario en la educación, ya que habitamos en una sociedad donde su mediación es cada vez mayor. En este orden de ideas, la escuela no puede pasar de largo y perpetuar modelos unipersonales, verticales y tradicionales de educación. Pero más aún, no puede negarse a emplear recursos que, desde cualquier punto de vista, pueden ayudar a mejorar la calidad de los procesos y de los ambientes de aprendizaje.